Me dieron cita muy temprano y me dijeron que no tardaría más de 15 minutos.
Así fue, el ortodontista me comentó que sería necesario llevar el alineador en la parte superior durante tres meses, ya que necesitaba hacer espacio para los dientes inferiores, debido al tamaño y la posición de mis paletas.
El alineador fue colocado por el dentista, y me pidió que probase a sacármelo. Me dijo que no me preocupase si no podía sacármelos al principio, que es cuestión de práctica... No pude.
Me explicó que debía intentar deslizar hacia abajo el cacharro con la uña del dedo índice, haciendo presión hacia abajo por la cara interna de la dentadura, a la altura de las muelas. Primero por un lado, después por el otro y, finalmente, tirar por la zona frontal hacia abajo. Toda una técnica.
Al cuarto o quinto intento empezó a salirme más rápidamente. Ha sido todo una experiencia, tener que ir al cuarto de baño de la empresa, cada vez que iba a comer o beber algo que no fuese agua.
Me dieron los segundos alineadores, que tendría que colocarmelos a las dos semanas. También me dieron dos fundas protectoras, una para llevarla conmigo a todas partes para dejar el alineador cuando vaya a comer o beber. Y la otra para conservar el segundo alineador en casa.
A la hora de reemplazar los alineadores, es importante guardar el alineador previo, ya que en caso de pérdida del actual, siempre puedes recurrir a él, de esta forma los dientes no vuelven a la posición inicial y se retrasa así el tratamiento. El dentista me comentó que si perdiese el alineador acutal, me pusiese en contacto urgentemente con él, para estudiar si darme el siguiente o volver atrás con el previo.
Me dieron cita para cuatro semanas, donde me colocarían los anclajes. Que si os fijáis en el post anterior, son esos puntitos azules que aparecen principalmente por la zona de los colmillos.
De momento, sin anclajes, casi ni se notan:
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